CRDO Monterrei Historia
La historia presenta un territorio fuertemente vinculado a la producción de vino desde hace 2.000 años, desde el propietario romano que asentó su villa agrícola de A Muradella en Mourazos (Verín), en la donde se encontró el grupo escultórico ‘Dionisos y Ampelos’ (custodiado en el Museo Arqueolóxico de Ourense) hasta la aprobación el 25 de noviembre de 1994, por parte dela Consellería de Agricultura, Gandería e Montes da Xunta de Galicia, del Reglamento de la Denominación de Origen Monterrei.
Todo ello, sin olvidar el papel de órdenes religiosas en la expansión del cultivo de la vid en la comarca, o la Carta Puebla de Verín (1183) que incluía disposiciones legales sobre el uso y comercialización del vino. Como dato anecdótico, debemos recordar que Felipe II nombró virrey de las dos américas (México y Perú) a D. Gaspar de Zúñiga Acevedo y Velasco, que fue V conde de Monterrey, que se llevó con él a personas de la zona, y con ellos la influencia de prácticas vitícolas y variedades, que probablemente dejarían su huella en el nuevo continente.
Además, cabe destacar que en Monterrei se encuentra la red más relevante de lagares rupestres de Galicia. Estos lagares son las bases de prensas para el aplastado de uva excavadas en afloramientos de roca natural. La mayoría de ellos estarían destinados en un principio para la elaboración de vinos blancos y/o claretes; y en algunos se realizaron posteriores adaptaciones para poder elaborar vinos tintos. En nuestra D.O. están localizados más de 50 lagares, de diferentes tamaños y morfologías, que se encuentran ubicados a pie de viñas o en castros.
En el siglo XVIII los viñedos eran omnipresentes en la comarca, recogiéndose en las entrevistas del catastro del Marqués de la Ensenada. En 1965 se creó la Cooperativa de Monterrey para impulsar la comercialización del vino de la zona, que llegó a comprar 4 millones de kilogramos de uva al año a 600 viticultores de la comarca. La emigración, el cierre de esta bodega y el abandono de las tierras estuvieron a punto de llevar a la desaparición del viñedo. Sin embargo, a partir de los años 80 se comenzó a realizar una profunda reestructuración del viñedo, y también se apostó por los vinos de calidad, lo que llevó consigo el resurgir de esta comarca vitivinícola, y por ende, al nacimiento de la D.O. Monterrei.
